EL BUEN DESCANSO

A la hora de dormir te encuentras inconsciente, pero las funciones de tu cerebro y cuerpo se mantienen activas. El sueño es un complejo proceso biológico que le ayuda a procesar información nueva, mantenerse saludable y a sentirse descansado.

No dormir lo suficiente puede afectar la liberación de las hormonas que lo ayudan a crear masa muscular, combatir infecciones y reparar células.

Quien puede hablar de una almohada, es quien realmente la necesita, puedes decidir comprar una o varias, de distintas densidades o tamaños, pero lo que realmente debes tener en cuenta son algunos factores que harán de tu compra la más útil e inteligente.

 Datos clave para adquirir de manera correcta una almohada, recuerda que debes tener en cuenta el confort de tu almohada de acuerdo a tu gusto y comodidad.

Tipos de almohadas:

Almohada suave: de altura controlada, es decir muy baja

Almohada media: cuya altura es media, ni muy alta ni muy baja.

Almohada firme: cuerpo muy rígido y definitivamente es más alto, si no se está acostumbrado a esta prenda podría generar un dolor de cuello o espalda.

Determinar la altura y rigidez, significa tener en mente el equilibrio que debe existir entre la cabeza y cintura.

Costo vs calidad

La idea no es buscar un producto económico o dejarse llevar por la publicidad. Lo importante es adquirir el artículo que más se adapte a sus necesidades y a las de su familia. Unos duermen boca arriba, otros buscan una almohada fresca, otros prefieren la suavidad y así cada quien sus necesidades de descanso.

Desde luego que el factor económico influye, pero, una mala elección lo pueden dirigir a comprar varias piezas inservibles y se convertirá en un gasto innecesario.

Por eso te recomendamos que antes de comprar una almohada te preguntes ¿Qué me gusta de mi almohada o que prefiero al dormir?

Todos estos consejos te llevarán a hacer una compra exitosa.